El enfoque sistémico ...

concibe al ser humano como un sistema en constante interacción con otros sistemas de relación, de los que forma parte y sobre los que influye y le influyen.

Tiene en cuenta esta influencia mutua entre el individuo y los distintos sistemas de los que forma parte cuando evalúa e interviene sobre los problemas que generan malestar en la vida de las personas y los contextos en los que se manifiestan: familia de origen, familia creada, pareja, escuela, amigos, contexto laboral...

La comprensión de estas interrelaciones y su contribución a la aparición del problema, así como la aplicación de los diferentes modelos de intervención derivados del paradigma sistémico, tiene como resultado un nuevo modo de pensar y actuar para la práctica profesional de quienes intervienen en los ámbitos de la salud, la educación, los servicios sociales, la justicia o la psicoterapia

domingo, 23 de diciembre de 2012

Un recuerdo para los que hoy no están.


El vacío

El vacío…la nada,
el vacío…la nada.

Al sentirlo, no siento.
Pienso cómo llenarlo, no puedo.

El hueco que cada persona llena de nuestro corazón
no se puede llenar cuando esa persona se va,
queda vacío, solo vacío, un gran vacío.

Vacío que hay que achicar para que otras personas puedan entrar
y llenar huecos que quedaban por ocupar.

El vacío…la nada.
La esperanza de volver a encontrar a esa persona que se fue de su lugar.

Victoria Juárez 2011                            .

viernes, 2 de noviembre de 2012

Los psicofármacos no son la única solución


                                                                  (imagen subida desde robinsonesurbanos.org)


Desde hace tiempo, los psicólogos proponemos como alternativa o complemento a los tratamientos farmacológicos la psicoterapia y el ejercicio físico diario.

La cultura de la pastilla como "la solución a mis problemas" está ampliamente instaurada en la sociedad de consumo y soluciones rápidas en la que vivimos y, sin embargo, son muchas las personas que llegan a la consulta diciendo "llevo mucho tiempo tomando pastillas y, aunque me encuentro un poco mejor, no salgo adelante, vengo a ver si usted me puede ayudar".

Siempre que oigo esta frase o similar me surge la misma pregunta: ¿qué nos pasa a los humanos modernos que siempre elegimos en primera opción el consumo de "pastillas sanalotodo" (con sus efectos secundarios incluidos)  en vez de proponernos realizar pequeños (o grandes) esfuerzos por cambiar aquello que nos produce malestar, es decir, la psicoterapia?.

Un problema con uno mismo, con los padres, con los hermanos, con la pareja, con los hijos, en el trabajo o económico, a veces puede tener soluciones pequeñas y sencillas. Por ejemplo, decir lo que nos molesta, llamar a un amigo, dejar de hacer algo concreto, jugar un rato en el suelo con nuestros hijos, tomarnos diez minutos al día para relajarnos, aprender a delegar para no sobrecargarnos, caminar una hora al día...o cualquier otra pequeña cosa que desde hace mucho tiempo venimos recomendando los psicoterapeutas.

Otras veces el problema es más complejo y requiere un solución más compleja. Entonces recurrimos a los profesionales para que nos sirvan de guía y apoyo.

En primer lugar acudimos al médico de familia, que con su "saber hacer" y su buena voluntad, prescribe una pastilla porque la unidades de salud mental de carácter público no están diseñadas para problemas menores y no tienen profesionales para abarcar todo lo que llega a atención primaria (además de todas las presiones administrativas a las que están sometidos). Como, en principio, no deben recomendar profesionales privados llegan a encontrarse en un callejón sin salida. Qué hacen entonces: escuchan 5 minutos, recetan ansiolíticos o antidepresivos y hacen un seguimiento dentro de sus posibilidades médicas.

Para cuando llevamos meses tomando pastillas, nos damos cuenta que el problema no ha desaparecido: el niño sigue igual, el marido no cambia, el aislamiento continua, la imagen de uno mismo no ha variado, los problemas económicos no se han solucionado, las dificultades con la familia de origen han aumentado...¿qué ha pasado si me he tomado puntualmente todas mis pastillas?

Simplemente que una pastilla (o muchas) nunca puede resolver un problema humano por sí misma, puesto que no entiende que nuestros problemas siempre están atravesados por nuestras emociones, que no solo somos cogniciones y neurotransmisores y, por lo tanto, requieren de la intervención conjunta de profesionales que aborden los problemas de las personas desde la complejidad de su mundo.

¿Será que esperamos que la solución a nuestros problemas venga de fuera, del profesional (maestro, médico, abogado, psiquiatra, psicólogo...)?.

De un tiempo a esta parte, los seres humanos occidentales nos estamos volviendo vagos, cómodos con nosotros mismos, estamos dejando de creer en nosotros y en nuestras capacidades para resolver los problemas cotidianos. Desde la era prehistórica hasta nuestros días, las personas nos dedicamos a resolver problemas y...¡ahora queremos no tener problemas!

Quizá la solución pasa más por aprender a afrontar y resolver problemas humanos que por negarlos.


A continuación transcribo un interesante artículo publicado en infocop sobre este tema.
¡Qué cada uno tome la posición que le parezca más saludable!

ROBERT WHITAKER Y LOS EFECTOS NOCIVOS DE LOS PSICOFÁRMACOS
// fecha de publicación 
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Este es el tercer artículo del monográfico titulado "Destruyendo los mitos sobre los diagnósticos y los psicofármacos en salud mental", donde se revisa la obra de Irving Kirsch, Robert Whitaker y Daniel Carlat (más información aquí)

El libro de Whitaker, Anatomy of an Epidemic: Magic Bullets, Psychiatric Drugs, and the Astonishing Rise of Mental Illness in America (Anatomía de una epidemia: panaceas, psicofármacos y el impactante ascenso de la enfermedad mental en EE.UU.) es más extenso y polémico que el libro de Irving Kirsch, tal y como subraya Marcia Angell, periodista delNew York Review of Books, en la revisión que hace de su obra (The Epidemic of Mental Illness: Why?).

Whitaker analiza todas las enfermedades mentales, no sólo la depresión y, si bien Kirsch concluye que los antidepresivos probablemente no son más eficaces que el placebo (más información aquí), Whitaker establece que tanto los antidepresivos como la mayoría de los fármacos psicoactivos no son sólo ineficaces, sino perjudiciales.

Whitaker da cuenta de las alteraciones, a nivel cerebral, que puede suponer el consumo continuado de psicofármacos, tal y como han puesto en evidencia diferentes estudios científicos y tal y como ha sido reconocido por parte de algunos responsables de prestigiosas agencias de salud. Además, advierte de los peligros que adquiere la escalada de consumo de psicofármacos en la que se ve inmersa la mayor parte de los pacientes. Una espiral de consumo de la que es extremadamente difícil volver a salir.
Su análisis parte de la observación de que la progresión natural de la enfermedad mental ha manifestado un cambio en las últimas décadas. Mientras que hace unos años la esquizofrenia o los trastornos depresivos se caracterizaban por ser episodios autolimitados o episódicos, con una duración típica no mayor a seis meses y con largos periodos de normalidad entre las crisis, ahora estas condiciones son consideradas habitualmente crónicas y una carga para toda la vida. Según manifiesta Whitaker, entre las causas que han motivado este cambio se encuentran los psicofármacos, ya que todos ellos, incluso los que alivian los síntomas a corto plazo, causan daños cerebrales a largo plazo, cuya duración se prolonga más en el tiempo que los daños que se hubieran derivado de la progresión natural de la enfermedad mental, sin intervención farmacológica.
Whitaker trae a colación las declaraciones de Steve Hyman, exdirector del National Institute of Mental Health (NIMH) de EE.UU. y hasta hace poco rector de la Universidad de Harvard, quien reconoció que el consumo de fármacos psicoactivos prolongado en el tiempo produce "alteraciones sustanciales y de larga duración en la función neuronal".
Tal y como explica Whitaker, el consumo habitual de psicofármacos hace que el cerebro comience a funcionar de manera cualitativa y cuantitativamente distinta respecto a su estado normal. Tras varias semanas de consumo de fármacos psicoactivos, los esfuerzos del cerebro por compensar los cambios que éstos introducen a nivel neuronal comienzan a fallar y es entonces cuando se empiezan a manifestar los efectos secundarios asociados al medicamento, que son una señal de que el fármaco en cuestión está poniendo en marcha sus mecanismos de acción. De esta manera, por ejemplo, el consumo de antidepresivos inhibidores de recaptación de serotonina produce una concentración anormal y elevada del nivel de serotonina en el cerebro, que el organismo es incapaz de corregir si se prolonga su consumo en el tiempo, circunstancia que, a su vez, puede desembocar en episodios de manía. Por su parte, los antipsicóticos causan efectos secundarios que se asemejan a la enfermedad de Parkinson, debido a que disminuyen los niveles de dopamina, cuya carencia también se observa en este tipo de enfermedad.
Para Whitaker el problema no termina aquí, ya que una vez que el paciente comienza a presentar efectos secundarios derivados del consumo de psicofármacos, a menudo acude al médico en busca de un tratamiento para aliviar estos nuevos síntomas, de tal manera que la mayoría de los pacientes acaban consumiendo un cóctel de psicofármacos para un cóctel de diagnósticos.
Así, un episodio de manía desencadenado tras el consumo prolongado de antidepresivos puede dar lugar a un nuevo diagnóstico de trastorno bipolar y a un nuevo programa de tratamiento que incluye fármacos estabilizadores del estado de ánimo, como el Depakote(divalproex sódico, un anticonvulsivo), junto con otro antipsicótico, lo que genera nuevos efectos secundarios. Y así sucesivamente. Según Whitaker, este proceso en espiral hace que algunos pacientes puedan llegar incluso a tomar hasta seis psicofármacos distintos al día.
Whitaker además advierte que este consumo abusivo de psicofármacos da lugar a unaatrofia cerebral, tal y como ha quedado manifiesto en los estudios realizados por Nancy Andreasen, una prestigiosa neurocientífica y psiquiatra que ha sido galardonada por su línea de investigación en el análisis del funcionamiento neuronal de personas con trastorno mental a través de técnicas de neuroimagen. Según uno de los hallazgos del equipo de Andreasen, el consumo de psicofármacos está asociado a un "encogimiento" del cerebro y este efecto está directamente relacionado con la dosis y la duración del tratamiento farmacológico. En declaraciones al New York Times, Andreasen señaló que "el consumo de psicofármacos impide que la corteza prefrontal reciba la entrada de lo que necesita y empieza a experimentar apagones. Lo que se traduce en síntomas psicóticos. Esto también hace quela corteza prefrontal se atrofie lentamente".
Otra de las circunstancias que para Whitaker evidencia las consecuencias nocivas del consumo de psicofármacos se observa en la dificultad que entraña el proceso de retirada de este tipo de medicamentos. Bajar la dosis de un psicofármaco es un proceso sumamente delicado, según Whitaker, porque cuando se retira, los mecanismos de compensación que había desarrollado el cerebro durante su consumo, continúan manteniéndose a pesar de la desaparición del agente que los activó. Así Whitaker explica, por ejemplo, que cuando se realiza el proceso de retirada del antidepresivo Celexa (citalopram hidrobromuro), un inhibidor selectivo de recaptación de serotonina, los niveles de este neurotransmisor caen de forma precipitada ya que las neuronas presinápticas no están liberando las cantidades normales de serotonina y las neuronas postsinápticas no tienen suficientes receptores para ella. Del mismo modo, cuando un antipsicótico se suspende, se pueden disparar los niveles de dopamina. Los síntomas producidos por la retirada de psicofármacos se confunden a menudo con recaídas de la enfermedad original, lo que puede llevar a los psiquiatras a reanudar el tratamiento farmacológico, tal vez incluso con dosis aún más elevadas, advierte Whitaker, quién se siente indignado por lo que él considera un efecto iatrogénico, es decir, involuntario e introducido médicamente.
Whitaker define este proceso de consumo abusivo de psicofármacos como "la epidemia de la disfunción cerebral", epidemia que se ha expandido principalmente con la nueva generación de antipsicóticos "atípicos", tales como Zyprexa (olanzapina), causantes de graves efectos secundarios. A este respecto invita a la reflexión a sus lectores mediante el siguiente ejemplo:

"Imagina un virus que aparece de repente en el mundo y que provoca que las personas duerman doce o catorce horas al día. Las personas infectadas se mueven con cierta lentitud y parecen desconectadas emocionalmente. Muchas de ellas ganan bastante peso. A menudo, sus niveles de azúcar en sangre se elevan, al igual que sus niveles de colesterol. Un número de afectados por la enfermedad, entre los que se incluyen, inexplicablemente, niños y adolescentes, se convierten en diabéticos en un breve plazo de tiempo... El gobierno ofrece cientos de millones de dólares a los científicos de las mejores universidades para que descifren el funcionamiento interno de este virus, quienes afirman que la razón por la que causa estas disfunciones globales radica en que bloquea gran cantidad de neurotransmisores cerebrales (dopaminérgico, serotoninérgico, muscarínico, adrenérgicos e histaminérgicos). Todas esas vías neuronales se ven comprometidas. Mientras tanto, los estudios de resonancia magnética que encontramos en un período de varios años, demuestran que el virus contrae la corteza cerebral y que esta contracción provoca deterioro cognitivo. Un atemorizado público clama por una cura.

Ahora, dicha enfermedad, de hecho ha afectado a millones de niños y adultos norteamericanos. Se acaban de describir los efectos del antipsicótico más vendido, Zyprexa, de los laboratorios Eli Lilly".
La evidencia proporcionada por Whitaker para argumentar su planteamiento varía en calidad, debido a las dificultades inherentes que conlleva acceder a muestras reales de pacientes donde se puedan comparar los efectos de una progresión natural de un trastorno mental, esto es, sin que se haya administrado ningún tipo de tratamiento farmacológico durante un periodo de 50 años desde la aparición de los primeros síntomas. No obstante, según manifiesta Marcia Angell, las reflexiones que aporta este investigador, si bien no llegan a ser tan concluyentes como las de Irving Kirsch (gracias a su aplicación del método científico)"no dejan de ser sugerentes".
Los críticos a este punto de vista podrían argumentar, comenta la periodista, que los efectos secundarios que provoca el consumo de psicofármacos "son el precio que debe pagarse para aliviar el sufrimiento causado por una enfermedad mental" (tal y como sugiere Nancy Andreasen implícitamente en su investigación sobre la pérdida de tejido cerebral debido al tratamiento antipsicótico a largo plazo). Pero para Marcia Angell este argumento merece una reflexión: "si estuviéramos seguros de que los beneficios de los psicofármacos superan con creces los daños que provocan, este sería un potente argumento, ya que no hay duda de que muchas personas se encuentran afectadas gravemente por alguna enfermedad mental. Pero como Kirsch, Whitaker y Carlat argumentan de manera convincente, es probable que estas expectativas no se correspondan a la realidad (...) Al menos, tenemos que dejar de creer que los psicofármacos son el mejor y único tratamiento para la enfermedad mental y el sufrimiento psicológico. Tanto la psicoterapia como el ejercicio físico han demostrado ser tan eficaces como los psicofármacos para la depresión y sus efectos son más duraderos; sin embargo, por desgracia, no existe una industria para impulsar estas alternativas".
Nota al pie:
Fuente:
Referencias:
Robert Whitaker (2011). Anatomy of an Epidemic: Magic Bullets, Psychiatric Drugs, and the Astonishing Rise of Mental Illness in America. Crown.

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miércoles, 17 de octubre de 2012

Adolescencia



A todos los que estáis interesados en el estudio y profundización de la etapa adolescente os animo a daros un paseo por este enlace, en el que encontraréis los artículos del VIII Congreso RELATES que este año tuvo como objetivo aprender, compartir y profundizar acerca de la Infancia y la Adolescencia desde el punto de vista de la Terapia Familiar Sistémica. 

http://www.redrelates-boletin.org/articuloscongreso/index.html

Espero que os sea de ayuda.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Día mundial del Alzheimer

El 21 de septiembre se celebró el día mundial del Alzheimer, fecha elegida por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Alzheimer. El propósito de esta conmemoración es dar a conocer la enfermedad y difundir información al respecto, solicitando el apoyo y la solidaridad de la población en general, de instituciones y de organismos oficiales. 

Con este objetivo quiero compartir con vosotros la información que el pasado viernes pude recoger en la conferencia que el Dr. Benito Peral Rios (psiquiatra y antiguo profesor mío en la Universidad Pontificia de Comillas) dio en el Ayuntamiento de Campillos (Málaga). La conferencia estuvo organizada por la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias de Campillos (AFAYDECAM).

Dr. Benito Peral Rios

Durante toda la conferencia el Dr. Peral utilizó un lenguaje claro y asequible para todo el público, utilizando cuando era necesario algunos términos técnicos que no transcribo (y que se pueden buscar en internet) para no perder la esencia de lo que, a mí modo de ver, quiso transmitir.

Alzheimer: Enfermedad degenerativa del Sistema Nervioso Central. Significa que el cerebro se atrofia de forma similar a cuando una nuez está seca. Nos hizo reflexionar sobre cómo los alimentos producen aquello a lo que se parecen, como por ejemplo la nuez que, sin estar demostrado científicamente, es muy buena para   prevenir el envejecimiento del cerebro y nos animó a comer tres o cuatro nueces diarias.





Se mantiene la memoria remota, pero se pierde la reciente, de forma que los enfermos se acuerdan de lo primero que aprendieron pero no de lo último que han hecho y nos ilustró con un ejemplo conmovedor: un paciente suyo ingresado siempre esperaba que viniera la familia a verle. Al principio intentaban convencerle de que eso no iba a ocurrir (con la consiguiente decepción) pero el hombre no se acordaba y volvía a preguntar. Un día el Dr. Peral oyó a un enfermero decirle al enfermo que su familia iba a llegar en cualquier momento y el hombre se fue feliz a su habitación. Como no se acordaba, al momento volvió a preguntar y de nuevo le dijeron que su familia llegaría en cualquier momento, de nuevo el hombre se volvió feliz a su habitación y así día tras día, consiguieron que el hombre viviera feliz pensando que su familia llegaría en cualquier momento.

Se produce una desorientación temporal y espacial (por eso es importante que vayan identificados si van a la calle).

A pesar de que poco a poco van dejando de reconocer a sus cuidadores, la afectividad se mantiene, por lo que es importante hablarles, acariciarles y tratarles con cariño, manteniendo la comunicación no verbal ya que el enfermo es sensible al contacto hasta el final.

Nos decía el Dr. Peral que se produce una Apraxia, que consiste en el proceso contrario al que sigue el niño cuando aprende; es decir, se desaprende desde lo más reciente hasta lo más remoto de manera inversa a como lo hace un niño y por lo tanto, hay que hablarles como a los niños cuando están aprendiendo: despacio, vocalizando, repitiendo y con cariño, mucho cariño y mucha paciencia.

También se refirió a la importancia del equilibrio entre proteger y exigir en un proceso inverso al que se sigue con los niños: a éstos primero se les protege mucho (son frágiles y dependientes) y paulatinamente se les va exigiendo más y protegiendo menos, a medida que van creciendo en autonomía y sociabilidad. En los enfermos de Alzheimer es al revés, ya que van hacia la dependencia, la fragilidad (física y psíquica) y el aislamiento social. Por lo tanto,  para no ser demasiado exigentes hay que tener en cuenta desde el principio que es un enfermo y que los defectos se van a ir agudizando.

Para mantener el contacto social, recomendaba que las visitas fueran de una en una y se hicieran cosas de sentido común, teniendo en cuenta que vive en su pasado: ver fotos antiguas, rezar con él, cantar canciones infantiles...en definitiva, huir de lo nuevo y mantener lo antiguo.

Hizo mucho hincapié en la importancia que tiene que el cuidador se tome sus ratos de descanso y distracción, de cuidado personal para que luego pueda cuidar a su familiar con serenidad, paciencia y cariño.

Prevención:

Nos habló de cinco maneras de prevenir el Alzheimer, 
  1. Mantenernos en un aprendizaje continuo, que favorece la formación de nuevas neuronas.
  2. Mantenernos activos y con riqueza sensorial (escuchar, hablar, tocar, oler...) para no desconectarnos socialmente y haciendo cosas que nos hagan sentirnos útiles. En este sentido, hizo una recomendación especial a todos aquellos que no oyen bien: ¡¡que se pongan los aparatos cuanto antes!!.
  3. Realizar ejercicio aeróbico moderado (andar, bailar, montar en bici...) ya que fabrica neurotrofinas (proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas).
  4. Evitar el estrés físico y psíquico, ya que fabrica corticoides que son tóxicos para las neuronas.
  5. Comer poco y equilibradamente, tomando de todo en pequeñas cantidades, incluida una copita de vino tinto de vez en cuando.
Aseguró, que cada uno de nosotros podemos hacer mucho por prevenir nuestro propio Alzheimer, ¡ahora solo nos queda empezar!.

Desde aquí mi agradecimiento al Dr. Peral por esta conferencia. Como siempre ha sido enriquecedor escucharle y un placer reencontrarle. 




viernes, 14 de septiembre de 2012

Cómo amar a un niño

Hoy me he encontrado esta imagen en el facebook (de la Escuela para aprender a ser feliz) y la comparto en mi blog porque me parece que podemos elegir una sola de las 25 propuestas que hace, para iniciar ese cambio que tanto queremos que haga el niño, pero empezando por nosotros mismos como adultos.

Amemos más a los niños y recibiremos más amor de ellos. Es la mejor manera de iniciar círculos de relación virtuosos (centrados en valorar los aspectos positivos del otro) y no viciosos (centrados en cambiar aspectos negativos del otro).


¡TODOS TENEMOS UN NIÑO/A CERCA CON EL QUE PODER INICIAR EL CAMBIO!

martes, 4 de septiembre de 2012

Vuelta al cole

Hola de nuevo,

se acabaron las vacaciones para la gran mayoría de familias, aunque algunos todavía pueden disfrutar de algunos días antes del comienzo del nuevo curso escolar.

Preparar con tiempo los nuevos horarios, reorganizar las habitaciones y los materiales y retomar hábitos que durante el verano hemos relajado, son buenas actividades para ir haciendo en familia antes de que comiencen las clases.

Desde pequeños, los niños son capaces de asumir pequeñas y grandes responsabilidades que los padres hemos de fomentar. Desde poner y quitar la mesa, hacer su cama, recoger los juguetes o echar su ropa a lavar hasta la colaboración en tareas domésticas de mayor complejidad (como ayudar en la cocina, poner una lavadora o ir a hacer un recado) son tareas que fomentadas desde pequeños se irán convirtiendo en hábitos compatibles con los horarios escolares y les ayudarán a crecer con responsabilidad y autonomía.

Es buen momento para que cada uno (con mayor o menor ayuda en función de su edad) vaya preparando el que va a ser su lugar de estudio durante los próximos nueve meses. Ordenar, tirar lo que no sirve, reorganizar libros, reciclar lápices y cuadernos, lavar mochilas y estuches, o ir a comprarlas si es necesario, diseñar e imprimir etiquetas,...son actividades que ayudan a preparar la vuelta al cole y es importante hacerles partícipes de todo ello con paciencia y alegría.

No para todos los niños la vuelta al cole es positiva, al revés, es frecuente encontrar en el primer trimestre algunas dificultades de adaptación que los padres hemos de ayudar a superar con paciencia (que es el secreto de una buena educación), escucha y disponibilidad. No negar las dificultades que pueden aparecer,  ayudar a pensar alternativas, y estar disponibles para conversar y acompañar a nuestros hijos en el proceso de aprendizaje e integración son, en la mayoría de las ocasiones, herramientas suficientes que todos los padres y madres tenemos para conseguir atravesar con éxito el curso completo.

Quiero compartir con vosotros una bella poesía de Gabriel Celaya que me acompaña desde hace casi veinticinco años y sigue siendo la mejor definición de educar que conozco:

EDUCAR…
 
Educar es lo mismo
que poner motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.
Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.

Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera
enarbolada.
(Gabriel Celaya)
  

lunes, 2 de julio de 2012

Vacaciones en familia

           Ayer, 1 de Julio, comenzó oficialmente el período estival en el que las familias disfrutan de unos días de vacaciones.


            Este año, con la famosa crisis, serán muchas las familias que no podrán optar a un viaje o ni siquiera a pasar unos días en el pueblo, pero también serán muchas las que se resistan a no poder salir de su rutina y se irán fuera de su lugar de residencia habitual.

       En cualquier caso, lo importante no es dónde nos vayamos, sino con quién y cómo nos organicemos. No es tan importante ir a un lugar nuevo o lejano, como saber cómo cada uno de nosotros podemos aportar nuestro granito de arena para pasar un tiempo suficientemente relajados en familia (aunque sea en el pinar más cercano).

            Son días en que las parejas se  reencuentran tras un largo invierno transitado un poco como autómatas: trabajo, casa, niños, familia y/o amigos los fines de semana...muchas prisas y poco tiempo y, este año… ¡MUCHA CRISIS!

        También muchos niños y niñas tienen la oportunidad de estar con sus padres un tiempo "sin tiempo" y los padres con sus hijos sin tener que salir corriendo.

          Y los hermanos?... Igual se han visto, o incluso han cuidado unos de otros durante todo el año, pero ahora tienen la oportunidad de estar juntos sin tantos horarios.

            De repente, tenemos algo que no tenemos durante el resto del año: TIEMPO.

Tiempo para SER los hombres y mujeres que somos
Tiempo para ESTAR con nosotros mismos y con los otros
Tiempo para HACER cosas que no hemos podido el resto del año (solos o con otros).
Tiempo para APRENDER nuevos conocimientos y afianzar los viejos (solos o con otros)
Tiempo para DESCUBRIR nuevos lugares y nuevas personas (solos o con otros)
Tiempo para MEDITAR sobre nosotros (solos o con otros)
Tiempo para JUGAR (solos o con otros)
Tiempo para SOÑAR (solos o con otros)
Tiempo para DESCANSAR (solos o con los otros)

            Podemos dedicar ese TIEMPO a muchas actividades enriquecedoras diferentes o simplemente a no tener actividad (cosa imposible, puesto que siempre estamos haciendo algo). Sin embargo, son muchas las parejas y las familias que "aprovechan" ese tiempo para discutir, para hacer aflorar el conflicto, para resolver cuentas pendientes o arreglar definitivamente su situación, en un altísimo porcentaje decidiéndose por la ruptura en el mes de Septiembre.

            Es para estas familias a las que dirijo mis palabras y mi pregunta:

          Ponerse de acuerdo en algo, aunque sea la cosa más pequeña que os podáis imaginar, es una de las tareas más difíciles de conseguir y, sin embargo, es una de las tareas que más realizamos los seres humanos cada día, sobre todo en vacaciones.

          Al tener TIEMPO, lo primero en lo que nos tenemos que poner de acuerdo es en qué queremos (y debemos) emplear ese tiempo y…ahí surge el primero de los problemas:

       Somos personas diferentes (no hay dos iguales ni siendo gemelos), con gustos diferentes, criterios y necesidades diferentes, pero también con gustos y necesidades iguales y criterios parecidos.

         Entonces, ante preguntas como ¿Ir o no ir?, ¿Dónde ir?, ¿Cómo ir?, ¿Con qué dinero ir?, ¿Con quién ir?  O qué hacer en cada momento del día, cómo podemos resolver nuestras diferencias, cómo expresar lo que deseamos sin herir al otro, cómo aceptar lo que el otro quiere sin sentirnos heridos.

         Sólo se me ocurre una posible respuesta: desde la aceptación de nuestras diferencias, de la aceptación del otro tal como es (y no como me gustaría que fuera, que normalmente es como soy yo), desde el diálogo y el buen humor, y no desde la paranoia de que me quiere aguar la fiesta. Una posición decidida por nuestra parte de en qué queremos emplear nuestro tiempo, ayuda a la otra parte a elegir y a compartir nuestros deseos.

       No es tan difícil, tod@s lo hemos hecho (y lo hacemos a menudo), aunque por algún mecanismo misterioso de las relaciones humanas, en la pareja y en la familia tendemos a no hacerlo.

            ¿Con quién ponemos en marcha este mecanismo de aceptación del otro tal como es, con diálogo y buen humor?

            Pues...con los/las AMIGOS/AS.

            Si somos capaces de extrapolar a nuestra pareja y a nuestros hijos, solo una pequeña parte de la aceptación incondicional que le tenemos a nuestros amigos, seremos más felices (y ellos también), tendremos más ganas de compartir el tiempo, el espacio y el dinero con ellos (y ellos también) y, fundamentalmente, desbloquearemos algunos espinosos temas de conversación que tratados como pareja o como padres están ya podridos (o maníos, que decía mi madre).

Hasta aquí mi reflexión, ahora viene la pregunta:

 ¿Qué puedo hacer YO (no los demás, que seguro que eso lo tenemos muy claro), qué puedo hacer YO para sentirme mejor, para ser más feliz, para aportar un halo de alegría a mi entorno familiar en estas vacaciones?, o dicho de otro modo, qué puedo dejar de hacer YO para contribuir a la armonía familiar y a mi propia felicidad durante este verano.

¡¡¡Desde aquí os animo a todos y cada uno de vosotros y vosotras a que hagáis solo una cosa de todas las que habéis pensado!!!

¡FELICES VACACIONES!

miércoles, 13 de junio de 2012

La familia no se rompe, solo se transforma

La conferencia del viernes pasado versó sobre los casos de separación o divorcio con hijos. Comenzamos un repaso de cómo se constituye la pareja y se integra a los hijos, pasando a ser una familia. Cómo el conflicto se puede ir instalando entre los dos miembros de la pareja y cómo finalmente, ésta puede llegar a romperse. Y nos preguntamos...qué ocurre con los hijos cuando los padres se separan.



A partir de esa pregunta, vimos a través de los movimientos en el espacio de las sillas (utilizadas como recurso metodológico) cómo la familia se va transformando, pasando de uno a dos núcleos familiares y cómo se pueden evitar algunas de las luchas de poder entre los miembros de la pareja, evitando así el daño a los hijos. También pudimos observar cómo, a pesar de que la pareja conyugal se rompe, la pareja parental (los padres) se mantiene a lo largo del tiempo y siempre queda un espacio común de comunicación, incluso cuando ambos miembros tienen nuevas parejas, que los padres están obligados a compartir por el buen desarrollo psicoafectivo de sus hijos, puesto que los que se separan son los padres, no los hijos.

Finalmente, recurrimos al "Decálogo del Buen Divorcio", de los Juzgados de Familia de Málaga en el que se establecen algunas pautas para llevar a cabo un buen divorcio, partiendo de la base de que los hijos no son propiedad ni exclusividad de uno de los miembros de la pareja. 



Desde aquí, mi agradecimiento a las personas que asistieron, tanto por su atención como por su participación.

¡¡¡Pasamos un rato muy agradable hablando de adultos entre adultos!!!

jueves, 31 de mayo de 2012

La familia no se rompe, solo se transforma

Quiero recordaros la conferencia del próximo viernes 8 de Junio a la 19'30 horas en la Casa de la Cultura de Estepa:



      En esta ocasión abordaremos un tema de máxima actualidad, por las repercusiones que las separaciones y divorcios llevados por vía judicial están teniendo en los hijos y el uso que de éstos están haciendo algunos progenitores. Intentaremos ofrecer una nueva perspectiva, para que estos procesos no dejen tantas secuelas psicológicas y cada uno de los miembros afectados pueda adaptarse a la nueva situación de la manera más saludable posible.

¡¡OS ESPERAMOS!!


martes, 15 de mayo de 2012

Día internacional de las familias


El 20 de septiembre de 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 47/237 decidió que el 15 de mayo de cada año se celebre el Día Internacional de la Familia.
En 1988, en su resolución 44/82, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el año 1995 Año Internacional de la Familia, con miras a crear una mayor conciencia de las cuestiones relacionadas con la familia y mejorar la capacidad institucional de las naciones para hacer frente, mediante la aplicación de políticas amplias, a los problemas relacionados con la familia.

Cada vez son más complejos los problemas relacionados con la familia y este año 2012 está dedicado a uno especialmente controvertido: la conciliación de la vida familiar y laboral.

Desde la incorporación masiva de la mujer al mundo laboral, los gobiernos buscan fórmulas que concilien estos dos espacios que de por si son antagónicos y complementarios en el desarrollo de un individuo. A la vez requieren de todo el esfuerzo y la energía que una persona es capaz de poner en juego a la hora de sacar un proyecto o un oficio adelante, llegando en muchas ocasiones (todavía hoy más las mujeres que los hombres) a tener que elegir entre uno u otro, entre el desarrollo profesional y el parental, para poder sentir que se desarrollan como personas.

La principal medida que han adoptado los gobiernos es lo que yo llamo "La institucionalización de los niños/as", que consiste en tener a los niños/as en una institución pública o privada todo el tiempo que dura la jornada laboral de los padres, a veces cerca de 12 horas al día. El aula matinal abre sus puertas a las 7 de la mañana y, para cuando comienza el horario escolar, hay niños que llevan ya dos horas en el centro. El colegio cierra sus puertas a las 19'30, cinco horas y media más tarde de la hora de finalización de las clases. Para cuando salen, han desayunado, comido y merendado en el colegio, han corrido, aprendido, han hecho deporte, deberes y extraescolares; se han peleado y reconciliado, han sido castigados (y normalmente poco valorados), han sido comparados y...están agotados. 
Pero...¡sus padres también!, así que llegan a casa todos cansados y con el tiempo justo de un baño, la cena y a dormir. ¡Rápido, rápido, rápido que mañana hay que levantarse! Sin tiempo para vincularnos, para disfrutar de la compañía mutua, de las vicisitudes del día a día de cada miembro de la familia. Eso sí, se han socializado (que está muy de moda que lo hagan los niños, pero que los padres no tienen tiempo de hacerlo con ellos)

No hay duda de que estas medidas de conciliación laboral y familiar pueden ser beneficiosas para los padres, sobre todo en aquellos casos en que no hay familia cerca y la necesidad económica es imperiosa, pero...Yo me pregunto si esto es también beneficioso para los niños y si, poniéndonos por un momento en su lugar, ¿seriamos capaces de aguantar este horario de forma continuada durante nueve meses al año y obtener buenos resultados?.

Los niveles de estrés de padres e hijos pueden llegar a niveles insospechados y favorecen patrones de relación basados en la violencia verbal y física, que desembocan en muchas ocasiones (más de las que nos gustaría) en la consulta del psicólogo-psiquiatra por problemas de conducta en los hijos, disminución del rendimiento escolar y baja autoestima de los niños, de los padres que no encuentran el equilibrio entre lo laboral, lo personal y lo doméstico y de las madres que en muchas ocasiones sienten que no consiguen ser "buenas madres" y "buenas trabajadoras" a la vez.

Entonces ¿quién sale ganando con esta situación de desmembramiento familiar y cuidado institucional? Parece que no precisamente las familias, que es a quién están dirigidas las medidas.

Mientras seguimos en la búsqueda de la medida de conciliación familiar y laboral ideal, y como celebración de este Día Internacional de la Familia, os propongo una pequeña receta que ayude en la convivencia diaria (que al fin y al cabo es la que nos importa):


(imagen obtenida en internet)

Nunca se puede olvidar unas normas a seguir.
Al final siempre añadir una pizca de reconocimiento
que valore lo bien hecho que haga sentir bien del mayor al más pequeño.



¡FELIZ DÍA DE LA FAMILIA!

domingo, 6 de mayo de 2012

En el día de la madre...


 Imagen: Francisco Pérez (8 años)


            “MADRE NO SE NACE, SE HACE”

La construcción de la identidad de madre desde la perspectiva relacional.
Mª Victoria Juárez Caparrós
Mayo 2008

Hace ya tres años que en mi tesis de final de máster, que versaba sobre cómo las mujeres nos convertimos en madres (porque no nacemos madres), se me ocurrió permitirme la osadía de intentar llegar a una definición de lo que significa ser madre, puesto que a todo el que le preguntaba me decía “una madre es…una madre”.


Hoy, con motivo del día de la madre, quiero recordarlo y compartirlo con tod@s vosotr@s.

En primer lugar, me dirigí al Diccionario de la Real Academia de la Lengua, pero me encontré la definición más reduccionista de todas: “hembra que ha parido” ¡y ya está!.


Como no me convenció, ya que pienso que las madres se definen por algo más que por el hecho de parir y ser capaces de hacer muchas cosas a la vez y sin cobrar, continué la búsqueda con el resto de las palabras para intentar partir de algunas definiciones que me parecen importantes e intentar construir el significado de lo que he llamado “Proceso de Construcción de la Identidad de Madre”, y que abordo como una crisis en el ciclo vital de la mujer, de la pareja y de la familia.

Entiendo por crisis: “el acrecentamiento del desorden y de la incertidumbre en el seno de un sistema” (Edgar Morin, 1973) y “la coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución; especialmente, la crisis de una estructura. Los cambios críticos, aunque previsibles, tienen siempre algún grado de incertidumbre en cuanto a su reversibilidad o grado de profundidad, pues si no serían meras reacciones automáticas como las físico-químicas. Si los cambios son profundos, súbitos y violentos, y sobre todo traen consecuencias trascendentales, van más allá de una crisis y se pueden denominar revolución” (Wikipedia, 2008).


Estos son los significados que aparecen en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua del resto de los términos de lo que llamo “proceso de construcción de la identidad de madre”:


Proceso:
1)   Transcurso del tiempo.
2)  Conjunto de las fases sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial.
Construir:
1)  Fabricar, edificar, hacer de nueva planta una obra de arquitectura o ingeniería, un monumento o en general cualquier obra pública.
2)  En las antiguas escuelas de gramática, disponer las palabras latinas o griegas según el orden normal en español a fin de facilitar la traducción.
Identidad:
1) El conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los      caracterizan frente a los demás.
2) Conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás.
Madre:
1) Hembra que ha parido.

A partir de estas definiciones construí mi propia definición de la construcción de la identidad de madre como:

“El conjunto de fases que transcurren en un periodo de tiempo, con cambios profundos (embarazo), súbitos y violentos (parto), que traen consecuencias trascendentales (puerperio), produciendo desorden e incertidumbre en el sistema familiar. Fases por las que tiene que atravesar una mujer que ha parido (o que ha adoptado) para, posteriormente poder fabricar o edificar ordenadamente el conjunto de rasgos propios que la caracterizarán frente a las demás, hasta tomar conciencia de ser ella misma y distinta a las otras madres en su función de satisfacer el deseo y la necesidad de alimento, protección, amor y reconocimiento de su hijo/a; estando influida por los discursos sociales de los sistemas a los que pertenece.”(Victoria Juárez,2008).



Desde aquí,


¡¡FELICIDADES!!

a todas las mujeres que hoy celebran la aventura de recorrer el camino que las lleva a convertirse en madres.