El enfoque sistémico ...

concibe al ser humano como un sistema en constante interacción con otros sistemas de relación, de los que forma parte y sobre los que influye y le influyen.

Tiene en cuenta esta influencia mutua entre el individuo y los distintos sistemas de los que forma parte cuando evalúa e interviene sobre los problemas que generan malestar en la vida de las personas y los contextos en los que se manifiestan: familia de origen, familia creada, pareja, escuela, amigos, contexto laboral...

La comprensión de estas interrelaciones y su contribución a la aparición del problema, así como la aplicación de los diferentes modelos de intervención derivados del paradigma sistémico, tiene como resultado un nuevo modo de pensar y actuar para la práctica profesional de quienes intervienen en los ámbitos de la salud, la educación, los servicios sociales, la justicia o la psicoterapia

martes, 30 de abril de 2013

¡¡Hola de nuevo!!

      Hace más de un mes que no he podido tener unos minutos para escribir algo. Simplemente vivir lleva su tiempo y permanecer al lado de los que nos necesitan nos retira del mundo virtual y nos conecta con el mundo real.

       El reencuentro con personas queridas, con amigos de la infancia, con compañeros y familiares, nos abre nuevas oportunidades de relación si somos capaces de verlas desde una nueva perspectiva y no exactamente donde (y como) se dejó.

      La relación con los demás produce sensación de pertenencia. Todos pertenecemos a varios grupos: el familiar, el laboral, el de padres/madres, el de amigos, el de profesionales, el grupo deportivo, etc. y durante el invierno, no siempre podemos mantener una relación fluida con todas las personas que conocemos y apreciamos.

      El Día del padre, Semana Santa, bautizos, bodas, comuniones y eventos sociales y culturales en general, que se activan con la llegada de la primavera y el buen tiempo, nos permiten retomar y ampliar nuestro círculo social real, retomar conversaciones dejadas a medias la última vez que nos vimos, observar cambios en las vidas de los otros, contribuir a buscar soluciones a problemas nuestros y de los demás y, en definitiva, a paliar uno de los grandes males de nuestro mundo occidental: la soledad y el aislamiento social.

    Contactar, participar, invitar, colaborar, asistir, escuchar, opinar, idear, llamar, responder...nuestro vocabulario está lleno de palabras que nos invitan a mantener nuestras relaciones personales activas, cuidadas, fluidas de forma que éstas reviertan sobre nosotros en un círculo virtuoso de cuidado y escucha mutua.

       Decir ¡Hola de nuevo! es la mejor forma de mantener el contacto real con los otros y superar la astenia primaveral, ya que produce endorfinas y nos nutre emocionalmente, nos ayuda a sentirnos estimados y a estimar a los otros, aumentando así nuestra autoestima.
¡Qué tengan un buen día!