El enfoque sistémico ...

concibe al ser humano como un sistema en constante interacción con otros sistemas de relación, de los que forma parte y sobre los que influye y le influyen.

Tiene en cuenta esta influencia mutua entre el individuo y los distintos sistemas de los que forma parte cuando evalúa e interviene sobre los problemas que generan malestar en la vida de las personas y los contextos en los que se manifiestan: familia de origen, familia creada, pareja, escuela, amigos, contexto laboral...

La comprensión de estas interrelaciones y su contribución a la aparición del problema, así como la aplicación de los diferentes modelos de intervención derivados del paradigma sistémico, tiene como resultado un nuevo modo de pensar y actuar para la práctica profesional de quienes intervienen en los ámbitos de la salud, la educación, los servicios sociales, la justicia o la psicoterapia

martes, 18 de enero de 2011

La dificultad de mirar nuestro interior

Quizá una de las mayores dificultades que tenemos hoy es valorar nuestras propias acciones desde la autoevaluación.

Como dice el refrán, siempre es más sencillo mirar en el ojo ajeno que en el propio y, por lo tanto, tendemos a responsabilizar de las consecuencias de nuestros actos a los demás, habitualmente al que menos culpa tiene, al que menos poder tiene, al más pequeño...en definitiva, al más débil o a aquel que vivimos como una amenaza que nos puede usurpar cuota de poder en nuestras relaciones o que se presenta como alguien con más fuerza que nosotros.

Valorarnos desde nuestras propias capacidades, aceptando la equivocación como una característica más de la especie humana nos ayudaría a relacionarnos con nosotros y con los otros de una manera más asertiva, más comprensiva, más humana.

Pero no nos han enseñado a ello, así que ahora nos toca aprenderlo si queremos marcar algunas diferencias con nuestros antepasados.

¡Buena suerte en el camino!