El enfoque sistémico ...

concibe al ser humano como un sistema en constante interacción con otros sistemas de relación, de los que forma parte y sobre los que influye y le influyen.

Tiene en cuenta esta influencia mutua entre el individuo y los distintos sistemas de los que forma parte cuando evalúa e interviene sobre los problemas que generan malestar en la vida de las personas y los contextos en los que se manifiestan: familia de origen, familia creada, pareja, escuela, amigos, contexto laboral...

La comprensión de estas interrelaciones y su contribución a la aparición del problema, así como la aplicación de los diferentes modelos de intervención derivados del paradigma sistémico, tiene como resultado un nuevo modo de pensar y actuar para la práctica profesional de quienes intervienen en los ámbitos de la salud, la educación, los servicios sociales, la justicia o la psicoterapia

miércoles, 13 de junio de 2012

La familia no se rompe, solo se transforma

La conferencia del viernes pasado versó sobre los casos de separación o divorcio con hijos. Comenzamos un repaso de cómo se constituye la pareja y se integra a los hijos, pasando a ser una familia. Cómo el conflicto se puede ir instalando entre los dos miembros de la pareja y cómo finalmente, ésta puede llegar a romperse. Y nos preguntamos...qué ocurre con los hijos cuando los padres se separan.



A partir de esa pregunta, vimos a través de los movimientos en el espacio de las sillas (utilizadas como recurso metodológico) cómo la familia se va transformando, pasando de uno a dos núcleos familiares y cómo se pueden evitar algunas de las luchas de poder entre los miembros de la pareja, evitando así el daño a los hijos. También pudimos observar cómo, a pesar de que la pareja conyugal se rompe, la pareja parental (los padres) se mantiene a lo largo del tiempo y siempre queda un espacio común de comunicación, incluso cuando ambos miembros tienen nuevas parejas, que los padres están obligados a compartir por el buen desarrollo psicoafectivo de sus hijos, puesto que los que se separan son los padres, no los hijos.

Finalmente, recurrimos al "Decálogo del Buen Divorcio", de los Juzgados de Familia de Málaga en el que se establecen algunas pautas para llevar a cabo un buen divorcio, partiendo de la base de que los hijos no son propiedad ni exclusividad de uno de los miembros de la pareja. 



Desde aquí, mi agradecimiento a las personas que asistieron, tanto por su atención como por su participación.

¡¡¡Pasamos un rato muy agradable hablando de adultos entre adultos!!!

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